Cada uno transita por la vida con sus fantasmas y la relación con la Muerte es uno de los que a mí me persiguen, por eso siempre caen en mis manos los libros de literatura infantil que abordan esta temática que, por otro lado, no son tantos porque no todas las editoriales asumen el riesgo de publicarlos.
Apila Ediciones, la editorial zaragozana, publicó en 2015 “La madre de Jack”, un libro álbum escrito por Daniel Nesquens e ilustrado por Edu Flores: dos autores que no solo son coterráneos, sino que se llevan apenas tres años de edad y, sin duda, comparten talento.
La historia es una versión del cuento anglosajón titulado “La muerte atrapada en una nuez” y que, en otras ocasiones, se ha dado en llamar “Jack y la muerte”.
La madre de Jack está muy enferma y cuando este se encuentra con la Muerte que viene a buscarla, usa todo su ingenio para tratar de burlarla. Le propone varios retos hasta que consigue encerrarla en un frasco del que no puede salir. Pero, ¿puede la vida sobrevivir sin la Muerte?
La historia nos presenta a la parca como parte inherente a la vida: una no puede existir sin la otra. Así,Jack se enfrenta al gran dilema: liberar a la Muerte y aceptar la partida de su madre, o salvarla poniendo en riesgo a toda la humanidad.
Si bien la historia reescrita por la pluma de Daniel Nesquens, un autor ampliamente reconocido y galadornado, no tiene desperdicio, las ilustraciones de Edu Flores son deliciosas (Medalla de bronce en la categoría de mejor ilustrador en los Moonbeam Children´s Books Awards 2015). Combinando varias técnicas (lápices de color, acrílicos y collage, con un retoque digital) logra transmitir una atmósfera inquietante donde el viento y los cuervos se convierten en protagonistas que presagian el final.
El otoño y la primavera, las hojas que caen de los árboles y las flores coloridas, se contraponen en sus páginas como la vida y la muerte. Pero, por encima de todo, lo que más impacta de la ilustración es la Muerte con el rostro cubierto por una caja de cartón, con cuerpo de señora entrada en carnes y vestida humildemente. Una muerte comprensiva que en el original le concede unos años más de vida a la madre de Jack, pero que Daniel Nesquens opta por cambiar y ofrecerle como recompensa a su astucia, una muerte digna y sin sufrimiento.
Me gustaría terminar esta reseña haciendo mención a dos detalles no menores. Como en la letra pequeña de los contratos, el libro arranca con una cita del filósofo español Gregorio Luri que condensa la enseñanza de la historia: “Es mucho más sensato enseñar a nuestros hijos a superar las frustraciones que hacerles creer en la posibilidad de un mundo sin frustraciones”. Y en consonancia con esta cita nos encontramos en la contratapa con una imagen de la Muerte que nos recuerda que, tarde o temprano, la volveremos a ver.