Primero vino Hija que se convirtió en un bestseller y, un año después, se publicó Hijo, ambos del escritor bonaerense radicado en mi querida ciudad de León, Ariel Andrés Almada, y la ilustradora alemana, Sonja Wimmer.
Si bien los dos libros te van rascando poquito a poco el corazón, me quedo con el segundo, que logró emocionarme hasta el tuétano.
Hijo es el diálogo de una madre con su pequeño a quien quiere compartirle las maravillas del mundo que le espera: el cielo estrellado, las estaciones, libros fantásticos y lugares variopintos. Pero también le advierte que se enfrentará a miedos y a dolor y que , aún así, tendrá que seguir caminando con calma y mirar hacia su interior.

La madre sabe muy bien que ese hijo irá creciendo y, un día, querrá soltar su mano, pero, como todas nosotras- y nosotros- sabe también que ella siempre estará allí cuando precise mirar atrás para saber de dónde viene. Y esa mano que un día soltó siempre estará dispuesta a volver a ser agarrada para hacer más suave el camino.
Ariel Andrés Almada consigue conmover al lector (en mi caso, hasta hacerme llorar) y transmitir ese amor incondicional y ese orgullo de ver crecer a un hijo. Una historia muy tierna que va de la mano de unas ilustraciones que invitan a mirarlas sin descanso, coloridas y llenas de fantasía y luz.
Un libro publicado por Cuento de Luz que se puede compartir con los más pequeños, pero que, sobre todo, hará las delicias de madres y padres.