
“El que tiene una jaula siempre encuentra un animal para encerrar dentro de ella”. Esta es la frase que no dejó de darme vueltas después de haber terminado La jaula, una historia sencilla pero de gran profundidad escrita por el uruguayo-catalán, Germán Machado, y la argentina Cecilia Varela, y publicada por Calibroscopio.
Todo comienza el día que Nil encuentra una jaula en el desván de su casa e insiste en que quiere un hámster para encerrar dentro de ella. Sus padres se oponen a la idea porque están convencidos de que el animal se morirá: “Los animales no están hechos para vivir en jaulas”, le dice el padre.
Pero un buen día llega el abuelo, esos adultos que siempre ceden a los caprichos de sus nietos, con el hámster. Nil corre a encerrarlo en la jaula y cumple su promesa de cuidarlo, pero el animal se va apagando poco a poco. Cuando el niño decide soltarlo y le abre la puerta de la jaula, el animalito permanece adentro. Al cabo de los días pasa lo inevitable, a pesar de que Nil no falló a la promesa de cuidarlo y de que los padres trataron de evitarle ese dolor.
Una relato cargado de poesía con un lenguaje sutil que juega con las comparaciones y las repeticiones para acercarnos al sentir de ese niño que se enfrenta por primera vez a la muerte y que siente el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Una narración, como el propio autor la define, alegórica.
Las ilustraciones de Cecilia Varela, en tonos pastel que se van oscureciendo a medida que avanza el relato, acentúan la tensión narrativa. La tipografía seleccionada también es muy acertada con el tono de la historia, haciendo uso incluso de bocadillos en letra mayúscula para marcar el ritmo y la insistencia del niño en su deseo de tener un animalito al que encerrar y cuidar.
La jaula ganó el Premio Fundación Cuatrogatos del año pasado, fue seleccionado entre los mejores del Banco del Libro 2019 y forma parte del catálogo White Ravens elaborado por la Biblioteca Internacional de Münich.
Una historia que no puedo evitar unir a los tiempos que vivimos. Ojalá las jaulas se abran pronto y todos podamos recuperar la libertad, porque los seres vivos no nacimos para estar encerrados.