Max es un niño a quien, como a sus amigos, le fascinan los superhéroes, pero ninguno tanto como Megapower, una heroína con capacidad de ultravisión, que puede desactivar bombas, descifrar cualquier código oculto y levantar un tren si es necesario.
Para Max, Megapower es diferente a todos los demás superhéroes, pero las madres sabemos muy bien que es muy parecida a todas las superheroínas que con sus poderes hacen más fácil y fascinante la vida de sus hijos.
Más allá de ser un canto al poder de la maternidad, lo más interesante de este libro álbum es que rompe con lo estereotipos de género y Max, varón, siente devoción por una superhéroe que considera única y más poderosa que todos los demás.
En “Max y los superhéroes”, texto e ilustración se complementan a la perfección, pero lo más interesante es que ha sido ilustrado por dos artistas diferentes: Rocío Bonilla y Oriol Malet. Ella, ilustrando a la supermadre y él, a la superheroína de cómic, con dos estéticas bien diferentes que se ve tanto en las figuras ilustradas, como en el color y la tipografía.
Me quedo, como mediadora de lectura, con la imagen de Max debajo de la mesa rodeado de cómics y abducido por la lectura. Y aprovecho para romper una lanza a favor de este género tan poco valorado y que ha sido para tantos la puerta de entrada a la lectura.