Solo después de leer este bello cuento, podremos apreciar en toda su intensidad la portada del mismo.
El oso marrón, escrito por Mempo Giardinelli e ilustrado por Virginia Piñón, nos cuenta la historia de un granjero de New Hampshire, Pat, cuyo único propósito en la vida es dar captura a un gran oso marrón llamado Sixteen Tons. Pero el animal es mucho más astuto que el hombre que se frustra cada vez más porque no logra encontrarlo. Su obsesión no tiene límites y se prepara con el rifle más preciso para la ocasión. Pero, ¿qué sucederá el día que lo consiga? ¿Cómo se sentirá al poner fin a su vida?
El narrador, a quien su padre le contó esta historia, nos cuenta el relato en tercera persona lo que le permite poner cierta distancia emocional sin juzgar la actitud de Pat.
La ilustración, en tonos marrones como su protagonista, muy precisa, le aporta gran intensidad y realismo a la historia.
Impactante el primer plano de la cara de Sixteen Tons, a doble página, mostrando en sus pupilas el reflejo de Pat con el rifle. Esa misma dualidad la encontramos en la portada donde la enormidad del pelaje del animal ocupa la mayoría del espacio, y casi en el centro el objetivo del arma apuntándolo, pequeña pero poderosa.
Una historia que nos obliga a cuestionarnos como humanos y nos deja un sabor agridulce en la boca.