
Tengo muchos recuerdos de mi adolescencia esperando cartas ansiosa. Bajaba los cuatro pisos que separaban mi casa del buzón cruzando los dedos, saltando los escalones de dos en dos, esperando encontrar esas noticias que venían de lejos y que muchas veces nunca llegaban. Pasaba tardes enteras escribiendo y reescribiendo cartas de amistad, de amor, de desamor, de traiciones, de tantas cosas.
Quizás por eso, Auxilio, Socorro, el libro de Josefina y Pedro Hepp ilustrado por Raquel Echenique, me tocó el alma.
Socorro, la bisabuela del narrador de este cuento, tuvo que echar mano de las cartas para comunicarse con Honesto, su enamorado, cuando este se fue a vivir lejos. Pero, en aquellos tiempos, las cartas viajaban en barco y demoraban mucho en llegar, así que cuando Socorro recibió una propuesta de matrimonio de su amado, recurrió a un rápido y breve telegrama para decirle que sí, pero un malentendido hará que ese mensaje llegue muchos años más tarde y a través de un Whatsapp.
Una historia breve, divertida y emotiva que nos permite pensar sobre los cambios que han sufrido las comunicaciones en las últimas décadas. La frescura del texto se ve reforzada por unas ilustraciones donde resaltan las expresiones de los personajes.
La edición se presenta en forma de acordeón: por un lado, el cuento; por el otro, una breve historia de las comunicaciones desde las señales de humo hasta la actualidad.
¿Hubiera podido darse el mismo malentendido hoy? Ya me dirán.